Golpe de calor en perros

Todos hemos oído hablar del famoso golpe de calor en perros con la llegada del verano. Pero, ¿en qué consiste exactamente esta enfermedad? ¿Es grave? ¿Qué debo hacer para prevenirlo? ¿Cómo reconocer los primeros síntomas?

En Las 4 Huellas te presentamos algunos consejos para que tu fiel compañero y tú podáis disfrutar tranquilos del verano.

En primer lugar, debemos saber qué es el golpe de calor en perros. Se trata de una subida de la temperatura corporal del animal (hipertermia) por encima de los 40-42ºC.

Los efectos pueden ser temporales o irreversibles dependiendo de la temperatura a la que esté expuesto el animal y del tiempo que esté sometido a esta temperatura. En algunas ocasiones se puede llegar a producir la muerte del animal en menos de 10 minutos.

Los perros tienen métodos de termorregulación distintos a los humanos. La forma que tienen de controlar su temperatura corporal es mediante el jadeo, una pequeña porción de sudor en las almohadillas y zonas del cuerpo con menor densidad de pelo que les mantienen más fresquitos. Estos mecanismos pueden resultar insuficientes si las temperaturas ambientales se vuelven muy elevadas o en condiciones de humedad muy alta.

¿Conoces los síntomas del golpe de calor en perros?, ¿sabes lo importante que es mantenerles hidratados?

¿Cómo puedo saber qué mi perro está sufriendo un golpe de calor? Debemos sospechar de esto cada vez que expongamos a nuestro perro a altas temperaturas (cosa que debemos evitar). Los perros se muestran débiles y no quieren moverse, las mucosas se vuelven cianóticas (moradas), el ritmo cardíaco y el respiratorio se disparan, pueden sufrir temblores musculares y tambaleos. Además de estos signos, se producen fallos en los órganos internos del animal, de consecuencias muy graves, aunque en un primer momento no se vean a simple vista.

Si observamos alguno de estos signos debemos ir inmediatamente al veterinario más cercano, pues la vida de nuestro perro corre peligro. El objetivo es descender la temperatura del animal de forma paulatina. Para ello, durante el trayecto podemos humedecer la cabeza y el cuello con agua fresca y ofrecerle agua para que beba (tampoco es bueno que beba en exceso). Otra cosa que podemos hacer mientras llegamos al veterinario es pasarle un cubito de hielo por el hocico, ingles y axilas. Recordad que el descenso de la temperatura nunca debe hacerse de manera brusca.

Pero lo más importante es PREVENIR esta situación. ¿Cómo?

• No dejar nunca a los perros dentro de un coche aparcado (y mucho menos en verano).
• Que estén en espacios amplios y ventilados.
• Siempre deben tener a su disposición agua limpia y fresca.
• Sí están en la calle, proporcionarles zonas de sombra.
• Darles de comer a primera y última hora del día.
• Evitar el ejercicio en las horas de máximo calor.

Además, debemos extremar estas precauciones en animales muy jóvenes o muy viejos, en animales obesos y en razas braquicéfalas (bóxers, bulldogs, gatos persas…). Si tienes cualquier duda, no olvides consultar con tu veterinario.